Es importante no dejar sordo al caballo, los gritos pueden asustarle, mientras que hablar con tranquilidad relaja al animal.
Cuando monto en mi club hípico siempre me llama la antención una niña que no deja de chillarle al caballo, a veces me dan ganas de decirle cuatro cosas, pero el padre, que va a llevarla, es aún peor. Hay gente que no sabe tratar a los animales...