Primera aproximación al potro recién nacido III
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Publicado el: 30/10/2012 09:48
Con este tercer artículo finalizare las sesiones de aproximación al potro recién nacido. Estas sencillas lecciones fijarán los principios de confianza y comodidad que el caballo debe sentir cuando está con nosotros y además de esto serán un comienzo de aprendizaje para el potro para acostumbrarse a los cuidados que deberá recibir a lo largo de su vida.
Como ya adelante en el anterior articulo esta sesión está dedicada a colocar la cabezada de cuadra. Antes de poder poner una cabezada el potro debe aprender a no retirar la cabeza. Para ello hay que seguir siempre el mismo sistema que consiste en ir tocando poco a poco todas las partes de la cabeza, pero para eso es preciso que el potro este confiado y permanezca a nuestro lado voluntariamente.
Para desensibilización de la cabeza se empezará por la parte superior de la cabeza sujetándola con las dos manos y frotándola con suavidad. Se iniciará el masaje en la nuca y se pasará al frente y las orejas, que se tocarás varias veces. A continuación se irá bajando y se frotará la quijada. Al principio es normal que el potro se resista. En ese caso, no se bloqueará la cabeza; sólo se resistirá con suavidad y cesaremos en cuanto el potro empiece a ceder. Así comprenderá que el hecho de ceder ante la presión le proporcionará una sensación agradable. Después se pasará a la nariz: esta zona es muy importante porque es la primera que tocará la cabezada. Con frecuencia las primeras defensas del potro empiezan ahí porque es un ángulo muerto en el que el potro no ve nada y nota algo que le toca la nariz. También se debe frotar la parte inferior de la cabeza y comprobar que se puede mover a derecha e izquierda y arriba abajo. De esta manera se enseña al potro a ceder ante la tracción del ronzal.
PONER LA CABEZADA DE CUADRA
Primero se habitúa al potro al contacto de la cabezada pasándola por toda la cabeza. No dude en desensibilizarlo agitando la cabezada a diez o veinte centímetros de la cabeza, así como alrededor del cuello y las espaldas, hasta que esté totalmente tranquilo.
Después se acercará y se apartará la cabezada a la nariz varias veces como si fuéramos a ponérsela. Es importante recordar que la repetición de las distintas partes del ejercicio está en la base del aprendizaje. Por lo tanto habrá que dividir la leccionde la cabezada de cuadra en fases y no dar por sentado que la aceptación por parte del potro de una de ellas permite saltarse las siguientes etapas y forzarlo a dar más de sí.
Si el potro parece resistirse un poco ante la presión de la cabezada sobre la nariz, espero unos segundos sin moverme y consigo que ceda. Se trabaja durante unos instantes este ejercicio hasta que el potro abandona toda resistencia al notar la presión de la cabezada.
Una vez que acepta la muserola muy despacio y suavemente vamos subiendo las tiras y se ata la cabezada en la testera. Si en este proceso el potro se asusta reanudamos desde la nariz hasta que se calme nuevamente y se retomará el atar en la testera.
Todos estos principios de aproximación y primer trato con el potro están escritos siguiendo el método de Elisabeth Corbigny de doma natural con algunos apuntes de mi propia experiencia.
Este artículo fue publicado originalmente en el blog:
Primera aproximación al potro recién nacido III
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Kitiara
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