¡Madre mía! Paco, creo que tanto el título como la descripción que pones es muy acertada. En una ocasión ví el primer vídeo, y me parece que el chico, tan chulito él, recibió un buen escarmiento por ir molestando a ese caballo.
Y menuda niña, a ver si así aprende que no se puede tratar con brusquedad a un animal.